Marta Combariza

Transcripción de una charla realizada a Marta Combariza, por: Álvaro Antonio Álvarez y Juan Camilo Hernández Flores.
Editada por Juliana Cubillos

JC: Para aterrizar lo que estamos viendo, yo pensaría que exciten dos formas de pensar el arte. Una, que el arte esta contenido dentro de sus límites. Pero me parece que el tuyo es como: transgredir, salir y pernear a todos.

M: Si, por que logra hacer una ruptura, un cambio. Generalmente son los más contestatarios, los de una visión muy radical dentro de su postura y son los que pueden ir en contra de todo.
JC: Cuando tú dices que se insertan... que salen de sus límites del mismo arte y van a ver otros campos y vuelve al campo del arte a insertar eso o a la sociedad…

M: A pero claro, el artista plasma eso, y sencillamente, Lo muestra de alguna manera, que puede agredir por decir algo el medio legitimador del museo y como parte de su agresión, decide que el museo no es el lugar, -eso lo han dicho mil veces,.. Pero bueno... entonces buscan la calle, y así empiezan todas las obras de arte en centros comerciales, en una vitrina y cualquier lugar posible para mostrar. Pero posiblemente si es tan bueno, logra que otros espíritus, Digamos se conmuevan; y que el ojo del critico, o el ojo del curador, o el ojo del pensador, este en ver que ahí hay algo que esta diciendo algo que no se ha dicho antes.
Yo diría que es casi como los que están en un circo mirando las cosas, miran, van a exposiciones, y miran todo, y de repente, escogen a alguien, por un sentido comercial, los mas revolucionarios que muestran algo que no ha sido mostrado, o los que muestran de una forma que no ha sido mostrado nunca,.. ¿No?

JC: Pero, cuando tu hablas del mercado, en ese sentido dirías tu; que los que son seleccionados en ese mercado, vienen a reafirmar lo que ya está.... aunque rompan o no... ¿Como es ese prototipo del que entra en el mercado?
M: Hay dos, uno que es un mercado elitista, diría yo en términos de que si da pautas, digamos... que si esta dentro de las pautas de cambio, y lo adquieren los grandes coleccionistas, entonces son artistas que los dirigen. Fíjense el Guggenheim; todos los artistas que están en ese museo, cada vez que inauguran un nuevo museo Guggenheim tienen a los mismos artistas con otras obras,.. Ósea son los mismos artistas que tienen en las tres sedes. Eso pasa cuando algunos grupos compran arte, y si el que lleva la pauta dentro de eso, dice que esa obra es valiosa entonces empieza una cadena, qué se va a valorizar con el tiempo que puede ser bueno o no. Hay otro mercado, que es un mercadito mas casero, en el que la gente compra -por que le gusta-es otro tipo de mercado. Como le sucedió a Jacanamajoy, que entro dentro de un gusto estético de mucha gente y fue vendiendo por que estaba mezclado dentro de esa cosa indígena, con unos valores pictóricos. Pero se quedo metido dentro de eso, y se ahogo, dentro de su mismo trabajo, es complicado.

Á: ¿Como fue lo de la beca de Colcultura?

M: Ah. Pues era una convocatoria, y yo participe. Mi propuesta era ir a investigar los colores en el valle de Tenza. Cosa que fue muy interesante, porque era irse a la deriva. Me fui a una zona que yo no conocía del país, a caminar y a mirar; lo único que yo llevaba era una grabadora para grabar lo que veía, unos papeles y acuarelas para pintar, y no más, eso era todo mi equipaje; y así me fui a buscar. Dure un año entero y lo primero a lo que me enfrente fue a reconocer el paisaje y a pensar en una frase que yo había oído de un geólogo, que se llama Ernesto Güell que decía que todo ambiente, daba los principios de cualquier cultura, o sea que lo que uno veía en su entorno era lo que eran las personas. Entonces partiendo de esa premisa, entre a mirar el valle de Tenza, absolutamente como observadora, descubriendo todo lo que eran montañas, que se iban convirtiendo en formas, mientras bajaba a el valle de Tenza pero nunca llegue a un valle, porque siempre estaba entre montañas. No son montañas muy altas, son más bien montañas bajitas.
Empecé a ver también la relación de los colores, veía como se vestían los hombres y como se vestían las mujeres, veía que los hombres se vestían siempre de colores de la tierra, en cambio las mujeres todas eran como florecitas, porque todas eran con colores muy fuertes. Empecé a ver los cultivos que cultivaban, y después me interese en lo que hacían manualmente. Todo es como en equilibrio, si uno ve los cestos, no son unos cestos llenos de colores, ni tampoco son absolutamente magros, si no, que siempre tienen como una cenefita, o sea que siempre esta en equilibrio de color, y lo que veía era eso; la premisa.
Lo que yo hice fue un libro en el que iban pasando los días, y se iba construyendo del mismo modo como yo iba entrando en el lugar, iba viendo las características, la construcción de la vida social; la vida artesanal y política, y todo del lugar, eso fue lo interesante, descubrir que un lugar si daba todas esas cosas.

Á: Es interesante porque no era un abordamiento antropológico, así como si era ir desmenuzando e investigando. No sé, si desde el arte uno también puede hacer ese tipo de acercamientos y digamos que sería una mirada subjetiva. En cambio en la antropología, -no es subjetiva, porque trata de ser objetiva- -pero termina siendo subjetiva-como que es raro, en cambio uno como artista puede tener esa subjetividad; decir esto es como yo veo y así es como se presenta¿ Consideras esto algo positivo?

M: Pero claro, porque miramos de forma distinta, sino seria una etnográfia. El proyecto final fue una instalación, donde era..., para mí un paisaje con los colores que yo había encontrado de la tierra, los colores del valle de Tenza. En una parte estaba la representación pictórica, y en el piso estaba como la tierra en sí, entonces todo era en fragmentos, cuadraditos, como si sacara un cuadrito del paisaje, nunca uno veía un paisaje, no había paisaje. Sencillamente eran como pequeños fragmentos en toda una pared y en un piso. Y el libro como recolección de la investigación. Que también era el equilibrio entre la pared y el piso, el espacio que me daba esa sensación de la línea de horizonte.

J C: ¿Como crees que tu trabajo encajaba en el tipo de arte que se estaba haciendo en aquel tiempo?

M: Ah...pues yo no creo que encajara mucho porque tampoco pretendí que eso fuera una especie de obra de arte. Me la permitieron mostrar en ese momento en el museo de arte de la nacional, y yo hice como siempre tratando de hacer una relación doble. Se llamaba: espacio dos miradas, y entonces lo argumente por una parte con esa pared con ese paisaje, lo otro con fotografías del libro, y unas pinturas como oníricas de alguna manera, que me suscitaban a la idea de que entre mas conocía hacia afuera, mas conocía hacia a dentro, o sea más mi interior, entonces había la mirada de mis imágenes internas y la de la realidad externa, esa era la doble polaridad que trate de mostrar en el espacio. Que si me lo insertaban o no, en lo que estaba sucediendo en el momento -no tengo ni idea-

JC: Pero tampoco era muy importante. Era más importante mostrar lo que tú...

M: Lo que había investigado un año entero, metida por halla en el monte. Lo que para mi había sucedido en ese año. Fue una beca deliciosa, porque era de observación de gocé, además no me pedían un resultado especifico, simplemente el que yo quisiera dar como resultado de la investigación.
Sobre la interdisciplinariedad
M: Hay de todo, la pregunta vuelve otra vez, en Que y Como. En el Que está el concepto pero el concepto puede ir desde pensar en que quiero trabajar solo con la intuición; pero ahí un concepto porque es mi postura ante algo y estoy dando un concepto. Obvio puedo pensar en un concepto desde la concepción de que es la imagen o una concepción sobre otra cantidad de opciones sobre que es el que. El cómo, es esa idea o ese concepto sobre cómo lo materializo. Oh de pronto aparece aquí y se llega al concepto. El ejemplo de Pollock a mí me gusta mucho, una cosa muy elemental. De pronto a Pollock se le chorrea y ve el chorreón como se cae y ahí está el cuento. Yo creo que es la capacidad de estar atento. Porque puedes tener unos súper conceptos pero nunca saber cómo materializarlos. Ya que finalmente el espectador lo que ve es esto, esta parte de acá. Un neófito no lo ve, alguien que tenga más conocimiento entra en parte de tu concepto o en otra parte del conocimiento, de la experiencia estética. El espectador tiene una experiencia estética al ver una obra, la experiencia estética puede ser grande o pequeña, ¿y que sería esa experiencia estética? Si yo veo una obra de Miró, y digo, ahí que bonito, esas bolitas que suben Me encantan; y puedo ser un espectador light del mundo en términos de que lo único que veo es algo que me emociona y punto. Entonces lo primero que hay es una emoción. Si soy un público un poco más culto empiezo a mirar otra cantidad de cosas de la obra de Miró, y mi experiencia estética es mayor, entre mas conozco mi experiencia estética se vuelve más amplia. El primer semestre ven una exposición de alguien y pues hay cosas que les gustan, pero dicen que todo es feo que es una porquería, que mejor lo haría mi mamá. Luego van entrando y vuelven a ver esa exposición y entran con otra postura, y un conocimiento que les ha alterado la forma de percibir esa obra. No solo la sensibilidad juega sino que el conocimiento juega, y comienza ese juego de equilibrios. ¿Que hace un conceptual puro si no sabe cómo poner al público ese concepto?, eso es muy peligroso.
Juan Camilo: Te iba a preguntar una cosa, sobre el que y el cómo, y lo que decías al principio sobre el artista, que sale de su propio campo y se inserta; ¿en ese insertar es que esta el cómo y qué tan efectivo es?
Marta: si claro, que tan efectivo es hacerlo de una u otra manera, fíjense a veces cuando les ponen un ejercicio que es demasiado puntual que les ponen un concepto a todos el mismo, y quien logra ser más eficaz, quien construya mejor esa imagen, la imagen es la puesta en escena. Puede ser en el espacio, en escultura, en video en lo que sea. Puede que esté el habilidoso del video y no logre lo mismo que el que puso el dedito y mancho la camisa que no dice pero conmueve, y el otro con toda la técnica del mundo no conmovió. Quien realmente hace que la cosa seduzca, y que lo hace ser a uno el observador atrapado ahí, tiene un acto de seducción también, el arte es eso. Además que cuando ya entras a cuestionar y a preguntar, cada vez se vuelve más rico o ¿no?